Patricia Arribas
Conocí a Kivuvu a través de mi hermana que trabajaba con una de las fundadoras. Mi hermana decidió que quería ir allí un verano para colaborar con un proyecto de discapacitados y pues me apunté para ir con ella junto con otra amiga, Raquel. Y ahí nos fuimos la tres un mes en el año 2006.
¿Qué supuso para mi? Creó una semilla que ha estado ahí durante muchos años porque me creo la necesidad de tener que ayudar, de querer estar allí, de querer compartir mi vida, mi tiempo con todo lo que había allí. Y de hecho estuve llendo otro verano en el 2007, luego estuve un año viviendo entre el 2008 y 2009, y en el 2010 volví otro verano.
¿Qué proyectos lleve a cabo? Al principio fuimos con la idea de un campamento de verano para iniciar y ver si se podía hacer una escuela. ¿Pues qué nos encontramos? Muchísimos niños con muchísimas ganas de jugar, divertirse, de pasárselo bien y empezamos la escuela.
Al principio con un árbol, buscamos niños y a raíz de eso surge un proyecto de apadrinamiento, surgió el ir haciendo aquí en españa fiestas, ir buscando donaciones para la escuela, donaciones tanto de dinero como de material y poco a poco se fue construyendo la escuela cada vez más grande. Luego se crea también un aula infantil pues hasta hacer la escuela que es hoy en día.
Me encargué del proyecto de la escuela que ya estaba en marcha, ya tenía su edificio, estaba funcionando como un proyecto de la comunidad de Madrid de prevención y sensibilidad del sida.
Para mi, desde que fui la primera vez ha sido toda una experiencia, la recomiendo a todo el mundo, es súper enriquecedor conocer otra forma de vivir, yo me integre muy bien, estuve allí súper a gusto me la pasé muy bien, hubo momentos más difíciles pero me quedo con que fue una experiencia maravillosa.
Aprendí muchísimas cosas que luego me han acompañado a lo al lo largo de mi vida, aprendí que bueno, el tiempo es relativo porque allí es otro ritmo, aprendí que da igual lo grande que sea un problema, tiene solución, hay que tirar siempre hacia adelante, que eso allí se ve en el día a día. Aprendí que las mamás están súper empoderadas y que sacan todo adelante y hoy en día que estamos con el empoderamiento de la mujer yo ya lo vi hace muchos años ahí.
Y la verdad que es una experiencia que me hizo crecer como persona. Y soy maestra y todo lo que he aprendido pues intento también ponerlo en práctica con mis alumnos, soy mamá y también lo pongo en práctica con mis hijos.
Que es una semilla que me ha creado ahí, que me gustaría en unos años, pues cuando ya esté todo más asentado en mi familia y demás poder volver y seguir compartiendo y viviendo una experiencia como la que tuve. Os recomiendo que si tenéis la oportunidad alguna vez de conocer, de poder ser voluntario y conocer otras culturas, pues se los recomiendo porque es súper enriquecedor y es una manera de vivir
«…se los recomiendo porque es súper enriquecedor y es una manera de vivir ….»
Patricia arribas